Un fantasma recorre el mundo: el fascismo

Un nuevo espanto se entromete en los parlamentos para, desde allí, golpear la puerta de cualquiera. Una Ley contra el Odio en Escocia penaliza hasta con siete años de cárcel a quien incite al desprecio por identidad transgénero, mientras en Venezuela se discute una Ley Contra el Fascismo y el Neo Fascismo, un ideario que cunde en partidos de derecha y de izquierda por igual


Por Elizabeth Fuentes  (Periodista antichavista publicado en el Portal antichavista elcooperante.com )

Caracas/Foto: Cortesía. Las denuncias presentadas ante la policía de Escocia hacia personas que "incentivaron al odio" contra los transgéneros llegaron a totalizar tres mil el primer día de la reciente aprobación de la Ley Contra el Odio, faltas que se penalizan -según el texto legal- si alguien difunde material o se comporta de un modo “que una persona razonable consideraría amenazante o abusivo". El nuevo delito, penado hasta con siete años de cárcel, se extiende también a quienes inciten al odio por cuestión de edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero e intersexualidad", todo un avance para algunos pero una complicación para otros. ¿Por qué, cómo y quién podrá determinar que alguna persona se comportó de manera abusiva contra un transgénero si se asombra al verlo?, un gesto involuntario  que ahora  podría ser considerado abusivo o intolerante, pero que el acusado simplemente no pudo evitar.

Y si bien se trata de un ejemplo casi ridículo, vale para demostrar cómo el intento de reglamentar las emociones, los valores o las creencias puede resultar no solo excesivamente generalizador-no todos se asustan o responden de la misma manera-, sino que podría dar pie a acusaciones injustas o una manera de enlodar el "curriculum" del comportamiento de cualquiera.

De hecho, ya la famosa escritora J. K. Rowling, creadora de Harry Potter y quien vive en Escocia, criticó la nueva ley porque "será explotada por oportunistas y puede socavar los derechos de las mujeres... Nadie debería tener un ‘incidente de odio’ registrado por describir con exactitud o afirmar la importancia y realidad del sexo biológico“, dijo en sus redes.

Cabe recordar que una Ley contra el Odio ya existe en Venezuela, pero con otras justificaciones. A la que se sumará la Ley Antifascista y Neo Fascista que se está discutiendo en la Asamblea General. Toda una complicación porque definir a un transgénero no puede ser difícil, pero ¿quién determina que alguien es  un fascista químicamente puro? Y más aún cuando, como es sabido, el fascismo es realmente peligroso si se ejerce desde el poder o, como hicieron Benito Mussolini y Adolf Hitler, arman primero su propio ejército privado para combatir a garrotazos las ideas de sus adversarios ideológicos.

Pero una vez en el poder, como ocurrió en Italia, el fascismo se transforma en terrorismo puro: Mussolini encarceló al intelectual Antonio Gramsci hasta su muerte; mandó a secuestrar y asesinar al parlamentario opositor Giacommo Matteotti y ordenó igualmente el asesinato a puñaladas de los hermanos Nello y Carlo Rosselli, entre sus miles de víctimas. Suprimió la prensa libre, desmanteló los sindicatos, exilió a los disidentes políticos y - como reseña Wikipedia- "el poder legislativo se convirtió en una mera ficción y el ejecutivo (que controlaba el judicial, así como los medios de comunicación) promulgaba directamente las nuevas leyes, entre las cuales se cuentan también las de la defensa de la raza, el apoyo formal italiano al Holocausto".

En una entrevista del año 2005, el filósofo alemán Peter Sloterdijk sostuvo que el fascismo es tan peligroso que no respeta posturas. Que hay fascismo de derecha y fascismo de izquierda: "El fascismo de izquierda le ha gustado presentarse como comunismo y es una trampa para moralistas. Mao Tse Tung  nunca fue otra cosa que un nacionalista chino de la izquierda fascista, que en sus inicios hablaba con la jerigonza de la Internacional Comunista de Moscú. Comparado con la exterminación promovida por Mao, Hitler parece un cartero raquítico". 

Y ni hablar de Corea del Norte donde, desde la dictadura de Kim Il Sung y sus hijos- en el poder desde hace  76 años- los ciudadanos son clasificados de acuerdo a su "origen familiar", una suerte de salvoconducto de sangre para aquellos norcoreanos cuyos bisabuelos fueron leales al dictador  comunista y de allí en adelante, el gobierno es quien decide lo mejor para ellos: desde el lugar de nacimiento, el sitio donde debe residir, el acceso a comida,  medicinas, así como a las mejores universidades y el trabajo que le otorgará, beneficios que se transmitirán a sus hijos, mientras el resto de la población vive en la miseria por culpa de sus antepasados. En todo caso y, como siempre, el asunto no son las ideas que se asuman, sino- como decía el propio Mao Tse Tung-, qué se hace con ellas. Porque un fascista que se niega a salir del closet es inofensivo. La broma es si toma el poder.

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