Análisis sobre los graves problemas de competitividad electoral en Vzla Luis Vicente Leon



 Hay muchos análisis sobre los graves problemas de competitividad electoral en Vzla y comparto muchos de ellos.

Pero eso nunca debe llevarnos a la conclusión de que es buena idea repetir los errores del pasado. 1) sea cual sea la situación competitiva de una elección, nunca se debe abandonar la misma y provocar la abstención de manera explícita (llamando a la misma) o implícita (decir que si no estoy yo, la elección es inválida y no vale la pena participar). El resultado de esa estrategia es clarísima: se deja la autopista libre, se desmotiva al elector y se impide que pueda crearse un momentum de presión de cambio ante cualquier error del adversario. 2) cualquier candidato alternativo, independientemente de su posición, será un dolor de cabeza para el líder en poder. Su objetivo no es cambiar por alguien relacionado con él, sino evitar cualquier cambio y mantenerse en poder. Eso significa que la mejor estrategia opositora es evitar quedarse sin candidato (lo que busca su adversario), pues, con el favorito o sin el, ese candidato se convierte en una pesadilla electoral para el poder. 3) dado los cronogramas electorales, que permiten sustitución de candidatos en el instrumento electoral hasta el 20 de abril y sin estar en el instrumento electoral hasta el 18 de julio, la batalla de la oposición por tener un candidato unitario y la activación de sus mecanismos de presión sigue viva hasta prácticamente el final de la campaña. No tendría ningún sentido que USA tomara una decisión definitiva sobre su respuesta a los temas electorales venezolanos al vencimiento de las licencias el 18 de abril. Estaría matando automáticamente cualquier posibilidad de avance en las condiciones electorales futuras, incluso en las más básicas que aún pueden preservarse y fulminaría las opciones que aún queden hasta el cierre de la campaña. Es decir, jugarían en contra de la propia propuesta de MCM. Por otro lado, regresar a las sanciones, que tienen hoy un rechazo de 75%, afectaría la popularidad de la propia oposición, pues el gobierno tendría la excusa perfecta para justificar sus propios desaciertos. La estrategia racional es dar a este proceso “ la ley de la ventaja”, pues ese balón todavía está en juego y lo puede tomar un jugador del mismo equipo, si la saben jugar bien. 4) incluso en el peor escenario político (que tiene altas probabilidades de ocurrencia), regresar a la estrategia pasada de máxima presión sería un error catastrófico. Los resultados de esa estrategia fueron evidentemente negativos e inútiles. El gobierno de Maduro, en vez de hacerse más débil y estar presionado a negociar, se hizo más fuerte en el control político e institucional interno del país. Los impactos económicos de la estrategia, afectaron mucho más a la población básica y al sector privado que al propio gobierno, pues amplificó los problemas causados por el modelo equivocado de la revolución, sin generar ningún cambio político, ni estímulo alguno a una negociación real. La salida de Venezuela del mercado energético occidental, sólo genera mayor inestabilidad de precios y entrega a los compradores de petroleo en el mercado negro ventajas financieras enormes, híper estimula la corrupción y traslada (a través de los descuentos) los ingresos que Venezuela no recibe a China y otros clientes que aprovechan la situación. Un tiro a tu propio pie. 5) todo indica que el gobierno de USA entiende perfectamente que regresar a la estrategia fracasada es un error, pero también está preso de la necesidad de castigar al gobierno venezolano por sus acciones recientes en materia de control político y electoral. Seria fundamental que el gobierno venezolano entendiera que es clave rescatar la negociación, al menos en aquello aspectos donde aún se pueden generar acuerdos (migración, presos políticos, observación internacional, entre otros). Hablaremos de los escenarios en breve.

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