Advertencia N° 58 Es imposible entenderse con quien se niega a percibir la realidad.

@LesterYomar


Un grupo de buenos amigos me han solicitado que exprese mí opinión en esta advertencia sobre el proceso electoral presidencial venezolano. Confieso que había estado renuente a hacerlo porque considero que se ha perdido, en líneas generales, la percepción de la realidad objetiva, y está imperando el fracaso de la inteligencia, para darle paso a la superficialidad, al fanatismo, a la asociación tribal, y últimamente al triunfalismo, que es un error imperdonable y fatal en cualquier campaña electoral.


Este fenómeno del triunfalismo se expresa generalmente por: “ya ganamos, en unas elecciones limpias y con el apoyo de MCM, cualquier “perro” le gana a Maduro, le llevamos por lo menos 50 puntos porcentuales de ventaja al dictador, el pueblo sabe que somos la única oposición comprometida con el país porque los demás, están comprometidos con Nicolás, Maduro y sus secuaces están asustados porque ya la transición comenzó, y están listos para entregar el poder”. Pobre de aquel que se atreva a señalar un camino distinto o a advertir sobre la estupidez del triunfalismo, porque inmediatamente es satanizado sin piedad y sin argumentos. Afortunadamente, en momentos de claridad se plantean la posibilidad de perder, pero inmediatamente corrigen y aducen que si ese hecho ocurre es porque les hicieron trampas, porque inflaron los resultados como lo hicieron con la consulta del Esequibo. Se olvidan que deberían tener testigos en todas las mesas y centros de votación.


Un poco de historia conocida, matizada, y hasta mistificada en un par de párrafos: a finales de octubre MCM gana ampliamente las elecciones primarias de una parte de la oposición sin la participación en dicho proceso de HCR y de MR. Los resultados reportados indican que la ganadora obtuvo cerca de 2 millones y medio de votos (aproximadamente el 9% del REP) seguidamente, este logro se extiende a toda la oposición venezolana, se emprende una campaña feroz de unos meses para desconocer la inhabilitación de la ganadora, para mostrar que el mandato del pueblo la había habilitado, para fustigar fuertemente a los que hablaban del mecanismo de sustitución, para desconocer la decisión del TSJ sobre el particular, y para anunciar que los comanditos 600k eran suficientes para inscribirse porque un proceso electoral sin la ganadora de esas primarias, no era posible.


Los resultados de esta gesta son conocidos, MCM entiende que no puede inscribirse, nombra a la profesora Corina Yoris como su sustituta, se emprende una campaña de pocos días porque el vencimiento del plazo para las postulaciones presidenciales estaba muy cerca, e inexplicablemente, faltando 5 minutos para las 12 de la noche se inscribe en la tarjeta de UNT Manuel Rosales y se le extiende el plazo para que la MUD pueda inscribir un candidato, e inscriben en lugar de Corina Yoris, a Edmundo González Urrutia como candidato “tapa” para ser cambiado en su oportunidad. La campaña de algunos de los integrantes de la Plataforma Unitaria contra Manuel Rosales fue feroz, despiadada, sin cuartel, hecho este, que lo obligó a renunciar a su candidatura y el candidato “tapa” se transforma por decisión unánime de los partidos, en el abanderado presidencial de la Plataforma Unitaria.


Pasan pocos días, aparece el candidato, da sus primeras declaraciones, expresa claramente que, en esta campaña atípica será MCM y los líderes de los partidos quienes tendrán la mayor responsabilidad en la campaña electoral. En lo poco que va de la campaña cuerpo a cuerpo hasta hoy, ha sido asumida por MCM con buena receptividad de la gente, y con las esperanzas puestas en ella y no en el candidato a presidente, con la creencia de que el gran descontento que muestran las encuestas hacia Nicolás Maduro y su gobierno, se convertirá en votos que además le serán endosados íntegramente al candidato presidencial. Salvo para uno que otro insulto en las redes sociales, los demás candidatos no son considerados en la ecuación electoral por los analistas de la Plataforma Unitaria, porque según ellos, no tienen votos, son alacranes vendidos a Maduro, el pueblo lo sabe y no votará por ellos. En mi opinión, esta apreciación triunfalista me parece un error.


Consideraré a continuación algunas fortalezas del adversario político que deberían examinarse porque las debilidades son ampliamente conocidas. El gobierno que usa sin escrúpulos los recursos del Estado para hacer campaña política posee: la mayoría de las Gobernaciones, de las Alcaldías, de los Concejos Municipales y de los Consejos Legislativos, la Asamblea Nacional, y todo el aparato derivado del Ejecutivo Nacional. Adicionalmente, cuenta con el TSJ, el CNE, la Fiscalía, la Contraloría General de la República, la Defensoría del Pueblo, y la FANB. No se pueden dejar fuera de esta ecuación los más de 4 millones 500 mil milicianos, los 4.6 millones de pensionados según el IVSS, los 5 millones de jubilados y los 4 millones de empleados públicos activos de la administración pública, que aunque muchos están descontentos por las condiciones salariales y de beneficios adicionales, en elecciones han sido presionados hasta con el famoso voto asistido, los beneficiarios de las misiones del gobierno y de los bonos discrecionales vía carnet de la patria. El Gran Polo Patriótico integrado por el PSUV y sus aliados, disponen de una maquinaria en movilización constante, claman tener todos sus jefes de calle, sus consejos comunales y comunas, sus UBCH, sus testigos de mesa, y de centros de votación, dispuestos a defender en las mesas, en los centros de votación, y en la calle, los votos de su candidato.


Para tener éxito que, si se puede, se deben considerar todas estas variables, actuar con inteligencia, sabiduría, inclusión, unidad, y tener claro que desde el 28 de julio hasta el día de la toma de posesión, median casi 6 meses y que debemos permanecer firmes y más unidos que nunca porque todos somos necesarios.


Finalmente, reproduzco un texto corto e interesante de José Antonio Marina que ayudará a comprender el fracaso de la inteligencia, e invita a pensar sobre este escabroso asunto que pareciera olvidado en la sociedad de la información.


“La inteligencia fracasa cuando es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa o lo que nos pasa, de solucionar los problemas afectivos, sociales o políticos; cuando elige metas disparatadas o se empeña en usar medios ineficaces; cuando desaprovecha las ocasiones; cuando decide amargarse la vida; cuando se despeña por la crueldad o la violencia. No sólo fracasa la inteligencia individual, sino también lo que he llamado inteligencia compartida. En esos casos, la propia interacción provoca un empequeñecimiento de las posibilidades. Cada miembro de la pareja o de la familia o de la empresa o del partido puede ser brillante, entusiasta y perspicaz cuando está solo y enredarse sin embargo en compañía. Hay dinámicas de grupo expansivas y dinámicas depresivas. También las sociedades pueden ser inteligentes o estúpidas, según sus modos de vida, los valores aceptados, las instituciones o las metas que se propongan”. José Antonio Marina.


Éxitos y saludos cordiales,


Léster Rodríguez Herrera

Mérida 28 de abril de 2024.

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