Tomás Straka: "La oposición debe evitar un callejón sin salida"

 "Esas elecciones de 2018, parecieran no haber despertado un mayor entusiasmo sobre todo de aquellos que no militaban en el gobierno. Ahora existe una atención masiva porque la oposición ha decidido participar. La lucha ahora es por participar y no como pasó en el 2018 que se decidió no participar. Esto será fundamental y seguro tendrá importantes consecuencias"


Caracas / Foto Portada: Cortesía.- A pocas horas de que inicie el proceso de postulación de candidatos para las presidenciales, la oposición democrática tiene un gran reto. Tomar la decisión correcta en aras de consolidar el cambio político que anhela, según sondeos y encuestas, ocho de cada diez venezolanos. No hay tiempo que perder. La clave está en evitar caer en un callejón sin salida. Así lo expresó el historiador y ensayista Tomás Straka en conversación con El Cooperante.

La inscripción de candidatos arranca este jueves y solo se extenderá por cuatro días, de acuerdo al cronograma fijado por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Quienes tienen aspiraciones presidenciales tienen hasta el 25 de marzo.

Sin sorpresa, la Plenaria Extraordinaria del V Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), reunida en un acto multitudinario en el Poliedro de Caracas, nombró a Nicolás Maduro como su candidato. Maduro buscará su tercer período en el poder, el que busca mantener desde que asumió en 2013. Entre tanto, la oposición está en una encrucijada. María Corina Machado ha bajado el volumen a su "hasta el final" y ahora apela a la tranquilidad y la confianza de sus seguidores porque tomará las decisiones correctas.

Tomás Straka historiador venezolano. Integra el Instituto de Investigaciones Históricas Hermann González Oropeza de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB, Caracas) y dirige el doctorado en Historia en esa casa de estudios. En entrevista concedida este lunes, destacó que es difícil saber qué pasará durante los últimos días, pero un factor determinante será la toma de decisiones de la oposición democrática.

"Los historiadores sabemos muchas cosas pero del pasado. Saber qué sucederá o qué podría pasar sería una pregunta para un politólogo. Es imposible para mí saber que pasará, pero según encuestas parece que el deseo de un cambio político es mayoritario. Las tendencias también hablan de que María Corina Machado tiene un respaldo muy importante; pero está inhabilitada y no hay indicios de que eso cambie. Así, para la oposición todo va a estribar en cómo canalizar esa suerte de callejón sin salida que es una candidata que tiene respaldo mayoritario y unas elecciones en las que no puede participar. Es un diálogo de sordos. Lo que se decida es lo que va a poder darle una ruta u otra a lo que Venezuela vivirá en las elecciones y el día después de que se conozcan los resultados".

En perspectiva, Straka destacó que las venideras elecciones podrían ser comparadas con diversos procesos electorales anteriores que, no contaron con las condiciones electorales idóneas: "Podría comprarse con elecciones de dificultades, en las cuales no se garantizan condiciones como en el gomecismo que no eran competitivas, otras en las cuales parecían dificultades que no eran competitivas en 1930 con Eleazar López Contreras, hubo elecciones adversas por intentos de saboteo. Así como en la década de los 60. Estas elecciones tienen muchos elementos de comparación, el tema de dificultades es común, pero pese a ello hemos logrado realizarlas exitosamente y llevarlas adelante".

A su juicio, la diferencia fundamental de las elecciones del 28 de julio del presente, respecto a las anteriores de 2018 es que, hay un mayor interés por parte de la población que no milita en organizaciones políticas.

"Esas elecciones de 2018, parecieran no haber despertado un mayor entusiasmo sobre todo de aquellos que no militaban en el gobierno. Ahora existe una atención masiva porque la oposición ha decidido participar. La lucha ahora es por participar y no como pasó en el 2018 que se decidió no participar. Esto será fundamental y seguro tendrá importantes consecuencias".

Entre el rechazo y la maquinaria: ¿Chávez?

Según números del oficialismo, fueron más de cuatro millones de militantes del PSUV los que decidieron por unanimidad que Maduro sea su candidato. El heredero del difunto Hugo Chávez de 61 años, está en campaña desde hace semanas y hasta aparece en actos públicos sin mucho control, lo que hasta hace poco no se veía, debido a los múltiples intentos de magnicidio, que ha denunciado cada vez que puede.

Para esta campaña, el chavismo apela nuevamente a la imagen de Chávez. En el acto del Poliedro de Caracas, la directiva del PSUV vestía camisas con el rostro del líder fallecido, el fundador del movimiento y el PSUV. Además, en el evento estuvieron presentes los hijos de Chávez, sus padres y hermanos. Hace unos días, la hija menor del expresidente fallecido, Rosinés Chávez fue designada presidente del Instituto Nacional de Parques (Inparques).

Para Tomás Straka, el hecho de que Nicolás Maduro evoque nuevamente a la simbología de Hugo Chávez tiene que ver con la apuesta de analistas, sin embargo, cree que sería cuesta arriba que esto en realidad lo haga merecedor de algunos votos extra.

"Dependerá de cómo lo manejen. Si se ha hecho la apuesta es porque los análisis indican que es posible. En lo personal, lo veo muy complicado cuesta arriba, siento que sobre todo en las bases chavistas un porcentaje grande de la población, no hay tanto deseo de regresar a ciertas circunstancias del chavismo, que a mí parecer fueron catastróficas y desastrosas".

"Pero que Maduro logre conectar ese deseo de esa parte del chavismo con su candidatura es un reto distinto. Al fin y al cabo, tiene a su favor que es chavista y que Chávez lo eligió. Habrá que ver cómo se maneja eso en las opciones y el clamor popular".

El chavismo cumplió en febrero 25 años en el poder, once de ellos liderados por Maduro tras la muerte de Chávez en 2013. Busca un tercer período entre denuncias por violaciones de derechos humanos, sanciones internacionales, una economía en colapso que se tradujo en la contracción del 80 % del Producto Interno Bruto y una crisis que llevó a salir del país a más de 7 millones de personas.

De acuerdo a una encuesta reciente de la firma Datincorp, en un escenario polarizado entre María Corina Machado y Nicolás Maduro, le daría a la candidata de la oposición democrática un contundente 65 %, mientras que el presidente Maduro recibiría únicamente el respaldo del 15 %.

Straka consideró que es difícil saber lo que el potencial votante del chavismo quisiera escuchar de Maduro para poder elegirlo.

"Probablemente tendría que hacer cosas que se parezcan más a lo que hizo Chávez hasta antes de morir. Lo que no es posible ni deseable, pero tal el chavismo hubiese tenido que haber profundizado reformas para que los beneficios económicos llegasen a un espectro más amplio de los venezolanos".

"Parece evidente que ahora pretenden reconectar con viejos compromisos y está la expectativa de expandir el gasto público, la propaganda. Pero igualmente, considero que la reaparicion de la imagen de Hugo Chávez es bastante tímida".

Subrayó que la oposición parece no tener una opción en la abstención como pasó en 2018.

"En 2018 la no participación no tuvo el resultado esperado, igual que en 2005. No participar simplemente no parece ser una buena solución. Que varios partidos estén inhabilitados no significa que no pueden apoyar o participar en el debate público o generar presión. Los partidos que no pueden hacer postulaciones deben seguir trabajando para recuperar espacios, fijarse metas y cada partido lo hará de una manera distinta y ojalá lo haga de una forma inteligente", estimó.

En este contexto, afirmó que la transición ya empezó, tal vez no de la forma en que muchos se imaginan.

"No creo que sea la última oportunidad para lograr un cambio, uno nunca sabe lo que está por venir, pero si es probable que no queden muchas oportunidades. También puede darse el escenario de que el hecho de que Maduro siga en la presidencia, pero no significa que no se pueda dar el cambio a través de otra vía, que dentro de su propio gobierno haya una reconfiguración".

"La única forma de cambio no es el que está planteado con un triunfo electoral por parte de la oposición. No es aquel del borrón y cuenta nueva. Es complicado. El país no se acaba en 2024, pero la cuestión es cómo avanzar así. Mi impresión es que Venezuela ya ha vivido una transición que no ha sido como la gente pensaba, se está configurando otra cosa, que es difícil de definir y se terminará configurando si Nicolás Maduro gana la presidencia y sigue en el poder para 2025".

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