Román Ibarra: Se acabó la espera

 


En la tarde del 22 de marzo, reunida la Ing. María Corina Machado con los factores de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), antigua MUD, llegaron al acuerdo o transacción de designar a la académica Corina Yoris, como sustituta de la inhabilitada ex candidata de la PUD.

Por fortuna, no volvieron a incurrir por enésima vez, en el llamado a la abstención, bajo el ardid de ¨ilegitimar al rrrégimen¨. Eso es un avance en sí mismo. No obstante, hay que ir evaluando a diario la viabilidad de esa designación.

De reconocida actividad académica, pero sin experiencia política, y casi absolutamente desconocida para la población, luce como una gran incógnita para la intención de sus proponentes, y especialmente para el país que aspira una solución electoral; pacífica; transicional, pero sobre todo, realizable de manera concreta.

Quisiera equivocarme, pero vistas las actitudes de la ex candidata inhabilitada, pudiera tratarse de que la escogencia corresponde a que la designada, más allá de sus méritos académicos, no representa un peligro para sus aspiraciones como líder de la PUD, por la inexistencia –hasta hoy- de haber desarrollado perfil y liderazgo propio en el ámbito de la política.

Es prematuro –además- saber si la designada pudiera convertirse en ¨peligro¨ para las aspiraciones de la reelección de Maduro, habida cuenta de que la suya no es una candidatura única y unitaria.

El triunfo de María Corina Machado en la Primaria del 22 de octubre en un espectro aproximado al 10% de la población electoral, la convirtió en líder de esa porción de la oposición, pero hay otros que ya han inscrito candidaturas respectivamente.

Siempre hemos dicho que hace falta unidad de propósitos, y liderazgo para enfrentar con éxito la inmensa responsabilidad de derrotar al gobierno de Maduro, que junto a su predecesor, suman 25 años ininterrumpidos en el poder, y lo visto hasta el presente es una gran dispersión de esfuerzos, esto es, amplia división de los factores opositores, lo cual, facilita la estrategia del gobierno en su afán de continuidad.

Comienza una nueva etapa en la lucha por encontrar salidas a la crisis prolongada que vive el país, y si acaso las alternativas que se proyectan contrarias al continuismo gubernamental son suficientemente organizadas, coherentes y poderosas como para lograr el objetivo de ganar ampliamente; cobrar el triunfo, y luego gobernar la transición hacia la recuperación de la democracia.

El camino está lleno de obstáculos, y tan importante como el 2024, es el 2025, año en el cual hay elecciones para la Asamblea Nacional; Gobernaciones, y Alcaldías, junto a sus respectivos órganos legislativos regionales y municipales.

Ojalá el anuncio de María Corina Machado de continuar sus recorridos por la geografía nacional, no se convierta en una campaña doble, es decir, por un lado la candidata sustituta, y por el otro, la ex candidata inhabilitada tratando de preservar su perfil por encima de todo. Siempre el principal responsable y jefe de campaña es el propio candidato, aunque haya un equipo que organiza y lleva a cabo la política que se decide bajo su dirección. Quiero decir con esto, que el perfil de la campaña es el del candidato, y no de quien le ¨levantó la mano¨!

Hubiera sido preferible en nuestra opinión, tal como hemos señalado de manera reiterada, que se discutiera ampliamente la necesidad de lanzar un candidato con inserción en la política real; de amplia experiencia; de limpia trayectoria; ampliamente conocido nacional e internacionalmente, y con capacidad de dirigir una política de campaña sin sectarismos, dispuesto a negociar la convivencia necesaria con quienes administran el control total de las instituciones del Estado para ofrecer garantías de que, en caso de ser derrotados, no se va a desatar una cacería de brujas.

Reitero el deseo de equivocarme, pero me luce que ha privado el mesianismo. Sin un triunfo electoral muy claro y masivo, seguirán las inhabilitaciones, y persecuciones. Dios nos agarre confesados.

@romanibarra

 





Siempre hemos dicho que hace falta unidad de propósitos, y liderazgo para enfrentar con éxito la inmensa responsabilidad de derrotar al gobierno de Maduro, que junto a su predecesor, suman 25 años ininterrumpidos en el poder, y lo visto hasta el presente es una gran dispersión de esfuerzos, esto es, amplia división de los factores opositores, lo cual, facilita la estrategia del gobierno en su afán de continuidad.

Comienza una nueva etapa en la lucha por encontrar salidas a la crisis prolongada que vive el país, y si acaso las alternativas que se proyectan contrarias al continuismo gubernamental son suficientemente organizadas, coherentes y poderosas como para lograr el objetivo de ganar ampliamente; cobrar el triunfo, y luego gobernar la transición hacia la recuperación de la democracia.

El camino está lleno de obstáculos, y tan importante como el 2024, es el 2025, año en el cual hay elecciones para la Asamblea Nacional; Gobernaciones, y Alcaldías, junto a sus respectivos órganos legislativos regionales y municipales.

Ojalá el anuncio de María Corina Machado de continuar sus recorridos por la geografía nacional, no se convierta en una campaña doble, es decir, por un lado la candidata sustituta, y por el otro, la ex candidata inhabilitada tratando de preservar su perfil por encima de todo. Siempre el principal responsable y jefe de campaña es el propio candidato, aunque haya un equipo que organiza y lleva a cabo la política que se decide bajo su dirección. Quiero decir con esto, que el perfil de la campaña es el del candidato, y no de quien le ¨levantó la mano¨!

Hubiera sido preferible en nuestra opinión, tal como hemos señalado de manera reiterada, que se discutiera ampliamente la necesidad de lanzar un candidato con inserción en la política real; de amplia experiencia; de limpia trayectoria; ampliamente conocido nacional e internacionalmente, y con capacidad de dirigir una política de campaña sin sectarismos, dispuesto a negociar la convivencia necesaria con quienes administran el control total de las instituciones del Estado para ofrecer garantías de que, en caso de ser derrotados, no se va a desatar una cacería de brujas.

Reitero el deseo de equivocarme, pero me luce que ha privado el mesianismo. Sin un triunfo electoral muy claro y masivo, seguirán las inhabilitaciones, y persecuciones. Dios nos agarre confesados.

@romanibarra

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