"Plata y ruido": Lo que presentará el año 2024 en Venezuela, según Luis Vicente León

 Luis Vicente León, economista, acotó que la presión política «va a continuar el próximo año, pero los riesgos de retroceso en aspectos petroleros fundamentales bajará notablemente».


El presidente de Datanálisis, Luis Vicente León, precisó que aunque el cumplimiento de los acuerdos de Doha ocurre de «manera accidentada», muchos ya han sido ejecutados, tales como las licencias petroleras y gasíferas.

En ese sentido, acotó en sus redes sociales que el alivio de las licencias en realidad no se pueden analizar desde una perspectiva unidireccional, pues si bien se pueden considerar cesiones de Estados Unidos a Venezuela, también son autocesiones a EEUU, Europa, Trinidad y occidente en su conjunto, «por lo que resulta absurdo pensar que quitarlas es un castigo sólo a una de las partes».

Señaló que también está vigente el acuerdo migratorio, uno de los aspectos al que Estados Unidos dio el mayor interés en esa negociación y que ha traído ya a Venezuela «una decena de aviones directos con venezolanos repatriados».

«Pensar en retrocesos en este acuerdo es muy complicado, pues el costo del mismo sería mucho peor para EEUU que para Venezuela y más en plenas primarias americanas. Es entonces natural que la liberación de presos americanos y venezolano estuviera en plena ejecución en este momento», sumó.

Explicó que se preveía que ocurriera en el mes de diciembre y será un mecanismo que «calme un poco las tensiones», permita al Gobierno de EEUU controlar los propios detractores en su patio y comprar algo de tiempo para continuar las negociaciones futuras con el Gobierno venezolano.

«La presión política va a continuar el próximo año, pero los riesgos de retroceso en aspectos petroleros fundamentales bajará notablemente. Doha no incluía la habilitación de los candidatos pero si una elección competitiva. Y la verdad, ese es un objetivo mucho más cuesta arriba que cualquier de los ya ejecutados», enfatizó.

El también economista venezolana aseveró que el 2024 «presentará las dos cosas típicas de un año electoral: plata y ruido. Solo que esta vez ambas variables vendrán con esteroides».

«La plata, por los acuerdos petroleros, y el ruido por la inhabilitación de la candidata favorita, un hecho del que se seguirá hablando por mucho tiempo, hasta que se logre una solución alternativa», expresó.

Igualmente, aseguró que «el gran reto sigue siendo aprender a separar los ruidos de las señales. Y hay que entender que las pasiones, emociones y sentimientos son pésimos compañeros para lograr ese objetivo».


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