Mirtha Rivero. La rebelión de los náufragos ( dos reseñas)

 

Mirtha Rivero. La rebelión de los náufragos. Caracas: editorial Alfa, colección Hogueras, 2010, 461 pp.

Yuruari Borregales Reverón

Profesora de Geografía e Historia egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Cursante de la Maestría en Educación, mención enseñanza de la Historia (UPEL-IPC).

Uno de los temas más debatidos en este momento en Venezuela a raíz de las pasiones políticas desatadas, resulta ser sin lugar a dudas las primeras cuatro décadas de democracia. Aquella que ha estado bajo de la lupa del cuestionamiento, dentro del crisol de posturas críticas, de defensa pero también de desprestigio, de ejemplos de construcción ciudadana y civilista, asimismo de agravios y manipulaciones. Los recientes fallecimientos de los ex presidentes Jaime Lusinchi y Ramón J. Velázquez fungen como un nuevo motivo de revisión de esos años, puesto que de una u otra forma abren y cierran las puertas políticas del periodo de estudio enfocado en esta obra.

La periodista Mirtha Rivero se ha desempeñado en distintos diarios de la región capital y es colaboradora de publicaciones mexicanas. En esta ocasión toma la pluma para ofrecer La rebelión de los náufragos, una reconstrucción testimonial de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez (1989-1993), en la que familiares, opositores políticos, miembros de su gabinete, compañeros de partido, periodistas y hasta un insigne historiador definen su posición y relatan sus experiencias en torno a este tiempo.

La autora propone una visión, desde diferentes ángulos, de esta controvertida presidencia en un compilado de líneas tan reivindicativas como criticas, aunque como ella misma lo afirmó en una entrevista, explorar esta primera opción no se encontraba dentro de su intención inicial. Divide el libro en cuatro partes, cada una con una serie de capítulos en las que incorpora entrevistas y cronologías a la trama que va armando. Se toma además una licencia literaria para presentar a Moraima, una venezolana de a pie, extraída de su imaginación, desencantada de la política de esos años; recrea su percepción como ejemplo de una opinión pública representativa del momento.

En la primera parte se alude a la fastuosa trasmisión de mando, también llamada coronación, de Jaime Lusinchi a Carlos Andrés Pérez y los iniciales conflictos con Acción Democrática (AD), causados en parte por la conformación de su equipo tecnocrático de gobierno. A su vez los primeros pasos de la implementación de Gran Viraje, e incluido en el, un paquete de medidas económicas bajo la estrategia de shock. Ofrece incesantemente la imagen de un personaje que tiene una visión modernizadora para la cual el país no estaba preparado.

Seguidamente, se enfoca en El Caracazo, un estallido social que ocurre a menos de un mes de su llegada a la presidencia, mostrándolo como producto de un descontento social que se venía gestando desde mucho tiempo atrás, aupada por la crisis política y económica acumulada. Hace hincapié en las deficiencias comunicacionales de la política económica del momento y muestra como el distanciamiento de AD se hacía más evidente, la descentralización como bandera sería un motivo más.

Posteriormente, inaugura la tercera parte con otros sucesos no menos importantes. Los fallidos golpes de estado de febrero y noviembre de 1992. La frágil situación de país, la anti política y los trances entre los partidos serán analizados, entre otros ejemplos de esto, se halla la actuación de Rafael Caldera, aquella anterior y posterior al primer intento golpista.

La última parte escenifica el proceso que llevaría a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) a declarar la existencia de méritos para iniciar un juicio contra el presidente Carlos Andrés Pérez y dos de sus ministros por irregularidades con el Régimen de Cambio Diferencial (RECADI) y administración de la partida secreta. Expone la incongruencia de sostener los delitos de peculado y malversación al mismo tiempo y la politización en torno a la sentencia, ilustrando a esta como una salida política, la única que lograría sacarlo de la presidencia.

Aunque a rasgos generales estas constituyen las ideas manejadas, hay otras que permean cada uno de los capítulos y en este sentido la autora nuevamente se hace eco de muchas de sus fuentes testimoniales. El ex presidente Pérez sobreestimaría su carisma y liderazgo a la par que subestimaría a sus opositores políticos y al propio partido que integraba para llevar a cabo su programa de reformas, manteniendo una pobre campaña comunicacional y gobernando a espaldas del partido que lo respaldaba, sin piso político de maniobra.

Por otro lado, proyecta luces sobre toda una generación de profesionales de diversa índole, políticos, intelectuales y tecnócratas, por mencionar algunos, que se encontraban entre los que no quisieron (instalándose en su zona de confort), no pudieron o no supieron llevar a cabo los cambios que eran necesarios poner en marcha para salir del atolladero político y económico que se habría iniciado, al menos, una década antes. Preparación y disposición faltó para ello.

Particular mención merece el gran ausente, José Vicente Rangel, pieza clave en la denuncia que le llevaría al ex presidente a juicio, este pudo ser entrevistado, a pesar de intentos manifiestos de la autora. De la misma manera la omisión reiterada del nombre del Hugo Chávez, por medio de un sin número de epítetos, pareciendo con ello querer eludir su intervención en el escenario político del país (fatídica para unos, mesiánica para otros) no solo durante 1992, sino desde 1998 hasta su muerte.

Evidentemente, deja la impresión de retratar a CAP como un paladín calificado de imperturbable y sobrio, respetuoso de la institucionalidad, la democracia y el Estado de derecho, pero también terco y arrogante quien tuvo la audacia de intentar enrumbar el país en otra dirección. No pasa desapercibido que la propia fotografía de portada del libro lo captura de forma sencilla, serena y accesible.

En consonancia con lo anterior, tampoco pasa inadvertida la escogencia del título. Con “náufragos” hace referencia a quienes había dejado a un lado a través de su carrera política (expresión tomada del discurso de CAP que pronuncia posterior a la decisión de la CSJ). De cierta forma, la autora expone a un político que hubo procurado reaccionar contra parte significativa del sistema, y habría afrontado como este le devolvía el favor, un personaje que según sus apreciaciones luchó por no convertirse en náufrago.

Rivero confiesa que el texto final es la síntesis de un proceso de “...escribir el cuento ―mi cuento―.” (p. 449), un sello personal que tendría la muy significativa acogida de ocho reimpresiones en tan solo dos años de publicación. Aún esto, la propuesta, el enfoque y la temática se conjugan en un propósito, servir para contrastar el discurso oficial que se teje en torno al periodo con otras importantísimas revelaciones.


https://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1315-94962014000200017


LA REBELIÓN DE LOS NÁUFRAGOS

                                                                                            
The evil that men do lives after them:
The good is oft interred with their bones.

     (Shakespeare. Julius Caesar, act 3, scene II)

El mal que hacen los hombres perdura sobre su memoria
El bien frecuentemente queda sepultado con sus huesos.
(Shakespeare: Julio César, acto 3, escena II)








Existen obras que ejercen un efecto profundo e intenso en el lector, en el caso de los libros, o en el espectador de una obra musical, una obra de teatro o un film. Cada cierto tiempo  aparece una obra así y puede marcar una época en la sociedad o en la vida de aquél a quien llega a sus manos. La lectura de La rebelión de los náufragos (Editorial Alfa, Caracas 2010) de la periodista venezolana Mirtha Rivero, ha producido en mí un efecto de ese tipo. La cuantiosa documentación, de una extraordinaria variedad en torno a los hechos que determinaron la caída del segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez ha logrado que todos mis presupuestos, prejuicios, aversiones y preferencias hayan sido revisados, reformulados y en cierto modo iluminados o colocados en una perspectiva nueva, de modo que pueda hablar de un nuevo paradigma personal, (no simplemente de un cambio de opinión) en la comprensión, no sólo de la defenestración de CAP, sino de todo lo que ocurrió después.
Los venezolanos que no militamos ni simpatizamos con el régimen actual, sino que padecemos a diario sus desafueros, amenazas y desaguisados, hemos escuchado (y repetido) hasta el cansancio la pregunta:  "¿Por qué?".  Incluso en clave teológica: "Por qué, Dios mío?".


"Por qué nos pasó esto?"¿Cómo fué posible que llegáramos a convertirnos, de ser una  nación promisoria, con una democracia estable,  en un país que ha retrocedido a modelos autoritarios y atrasados que se creían definitivamente sepultados en el pasado?  De ser un país con instituciones sólidas y creíbles ¿cómo hemos devenido en esta república de tercera o cuarta categoría que ve peligrar su futuro hasta extremos insospechables?
Puedo decir que en la lectura de La rebelión de los náufragos he encontrado muchas respuestas.  Dolorosas y duras respuestas que, a pesar de la tristeza y el dolor que generan  al mostrar nuestra irresponsabilidad y superficialidad como nación, me han producido la tranquilidad de conocer la verdad.

Arturo Uslar Pietri
La autora no es neutral:  muestra una franca simpatía por el ex-presidente Pérez y un deseo de rehabilitarlo.  Pero se vale de medios honestos y transparentes.  Sin ocultar su punto de vista, hace hablar a los testigos de ese momento  y permite que el lector saque sus propias conclusiones. Uno a uno van apareciendo economistas, banqueros, dirigentes sindicales, gente de las Fuerzas Armadas, personeros del gobierno de CAP II,  políticos de Acción Democrática,  Copei, MAS, causa R, independientes, la familia presidencial, el entorno íntimo de Pérez, intelectuales, escritores de televisión, empresarios, dueños de los medios de comunicación y hasta un Premio Nobel de Literatura en esta obra coral, densa y profunda.

Carlos Andrés Pérez


Mirtha Rivero nos cuenta la historia desde sus prolegómenos: los meses finales del gobierno de Jaime Lusinchi y la campaña electoral de 1988, que culminó con la victoria de Pérez, para luego, siempre valiéndose de testimonios y entrevistas, pasearnos por la toma de posesión del 2 de febrero de 1989 (la llamada "Coronación") en el Teatro Teresa Carreño, la implementación de las medidas económicas, el Caracazo o Sacudón del 27 de febrero de 1989, la suspensión de las garantías, el golpe del 4 de febrero, la reunión urgente del Congreso, el discurso de Caldera, la apostasía de Aristóbulo Istúriz, la conformación del grupo de Los Notables, el segundo golpe del 27 de noviembre...la telenovela Por estas calles, el distanciamiento del partido de gobierno, el Consejo Consultivo, la actitud de los medios de comunicación, las solicitudes y advertencias de políticos en solicitar la salida de CAP, los cambios en la Corte Suprema de Justicia, la denuncia del Fiscal, el antejuicio de mérito por la Corte Suprema de Justicia, la destitución del Presidente de la República por parte del Congreso, su enjuiciamiento, prisión y condena...

Ramón Escobar Salom

 En cuanto a las conclusiones sobre la lectura de La rebelión de los náufragos, debo confesar que no he metabolizado aún todo su contenido. Queda claro que para la autora se trató de una vasta conspiración de las élites económicas acostumbradas a no competir sino depender de los apoyos del estado, así como a la dirigencia del partido Acción Democrática que veía un peligro en CAP y su prepotencia: junto a ellos, los medios de comunicación social enzarzados en una guerra entre sectores y con el cambio de modelo económico y por supuesto, una multitudinaria protesta popular de la colectividad manejada por esos factores de opinión.  Todo llevó a un golpe de estado incruento, que socavó hasta los cimientos las bases del sistema democrático, que desde entonces hace esfuerzos denodados por recuperar vigencia.  De ahí la palabra defenestración (sacar por la ventana) que recuerda el golpe palaciego de Bonaparte el 18 brumario. Esas son, en resumen, las conclusiones de la autora.


He querido escribir acerca del libro con la intención de recomendarlo  a todos mis amigos y lectores  de este blog. A todos:  a los que se sienten inocentes de lo que ha ocurrido en Venezuela porque "no votaron por Chávez".  A los acérrimos detractores de la política y los políticos.  A quienes tuvieron esperanzas en que el proyecto hegemónico que nos domina pudiera haber traído bienestar a los desposeídos. En resumen: a quienes aman aún a Venezuela. Me gustaría recibir comentarios por este blog.  Pero sólo pondría una condición: que lean el libro.  Estoy seguro que no los defraudará.

Mirtha Rivero



https://micolchaderetazos.blogspot.com/2011/07/la-rebelion-de-los-naufragos.html

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