La oposición busca encuadre político: Machado apuesta por el “deadline” de Estados Unidos


Un reclamo en redes sociales es que ya no se habla de las primarias o de la oposición porque toda la conversación se va en la consulta sobre el Esequibo. Este artículo es sobre la oposición ¿Cuál situación observo? Que la alternativa busca su encuadre en un nuevo ambiente político. Las “acciones relámpago” del gobierno la descolocaron. Ahora evalúa cómo actuar en el nuevo contexto político. María Corina Machado exhibe mayor asertividad al declarar -con algunas buenas afirmaciones- y madurez en el sentido de comprender que un terreno autoritario no es fácil para transitar. Como la oposición, también define su encuadre como candidata de la plataforma y líder de la oposición. Su apuesta es el “deadline” del 30-11-23 que se atribuye a los EUA haberlo dicho. En la espera y en la sorpresa de lo que pueda pasar, la oposición define su manera de actuar. El encuentro entre la plataforma y Machado realizado el 15-11-23 puede significar que la candidata y la plataforma conciencian que deben trabajar con lo que hay. El “inventamos o erramos” ha salido muy caro. Tanto al país como a la oposición.

Caracas,. ¿Cuál es la situación de la oposición después de las primarias del 22 de octubre? Luego de la victoria de María Corina Machado, el tema se desvaneció. Ciertamente, la represión del Estado vía fiscalía y TSJ contra las primarias hizo su parte para que el asunto perdiera fuerza. Igual el referéndum sobre el Esequibo, que es el tópico político del momento quizás hasta comienzos de 2024 o dure más tiempo porque nuestra contra memoria debe entregarse a la CIJ en abril del año que viene. Así que el Esequibo puede ser un asunto que no tenga corta vigencia.

La sentencia del TSJ que desconoce la realidad de las primarias -son un hecho, de nada le sirve al gobierno negarlas junto a la victoria de María Corina Machado- contiene muy cuestionables expresiones con posibles efectos sobre los integrantes de la comisión de primarias como “actos inconstitucionales e ilegales de la Comisión Nacional de Primaria” “cuyos hechos descritos pudiesen configurar la presunta comisión de delitos contra la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la presunta comisión de ilícitos electorales y la presunta comisión delitos comunes”.

Llama la atención el uso de la palabra “inconstitucional” o “delitos contra la constitución”, que revela el lenguaje no de un Estado democrático y social de derecho y de justicia sino de un Estado autoritario. Lenguaje y expresiones contra la comisión nacional de primarias que rechazo. Al usar un lenguaje de la represión el fin es intimidar a la oposición. El gobierno ha logrado que el miedo sea estructural en la sociedad venezolana. Lo sabe. Por eso hace este tipo de acciones. El miedo permea a sectores de la oposición aunque no se reconozca. 

Pero también el abandono fue de los mismos vencedores de las primarias. El prometido “desafío” tornó en llamados a “fríos análisis” y a no “caer en provocaciones”.

Ya de la consigna “Hasta el final” se habla poco si es que se conversa sobre ella. No es que se dejó o fue mentira, sino fue un recurso de campaña para movilizar al público de la oposición que quiere salir del gobierno “como sea” y, de paso, castigar al G4 por el fracaso en hacerlo. Eso sucedió con las primarias de 22 de octubre.

Pero estas consignas ahora pierden peso y emergen otras más “moderadas” como la “sindéresis”, el “juego de ajedrez”, o una “estrategia inteligente”. El lenguaje “radical” cede a uno más “moderado” aunque los objetivos se mantienen (producir un “quiebre” dentro de la “coalición dominante”). 

Lo que comunica esta estrategia “soft” es que el conflicto con el gobierno no se observa como un choque directo. Al menos en este momento, sino como una especie de “juego de ajedrez” donde cada parte mueve sus piezas, pero la meta del grupo Machado es el “jaque mate” (salida del gobierno).

Nadie quiere problemas. Todo el mundo bajó el perfil. Regresaron los tuits sobre la vida cotidiana. Descafeinados. La candidata también bajó el perfil consciente de su nuevo rol, que tiene que definir cómo lo asumirá. Ya María Corina no está en la “oposición dentro de la oposición” sino es el “gobierno dentro de la oposición”. Sobre esta realidad, así se le va a exigir.

El momento de la oposición se puede analizar desde la propia oposición y desde María Corina Machado, como líder de la oposición.

Creo que en común los dos tienen que buscan definir cómo encarar el momento actual, sorprendidos por las “acciones relámpago” del chavismo, aunque no deben sorprender porque forman parte del “by the book” del chavismo: un año en cuestión cierra en ofensiva para comenzar el nuevo con la agenda de temas del chavismo. Junto a esto, cuando el gobierno observa a una oposición animada, sabe cómo desanimarla y estimula la desesperanza.

¿Cómo asumir esta nueva etapa con un chavismo que está consolidado en el poder y el sistema político chavista toma forma en sus instituciones ya no formales sino, al parafrasear a Juan Carlos Rey, dentro del “sistema de comunicación entre élites chavistas y no chavistas”?

Es la pregunta que creo se hace en la oposición y de aquí el silencio porque todavía no hay una respuesta.

El 13-11-23 la plataforma unitaria comunicó su postura frente a la consulta sobre el Esequibo. Terminó con un llamado al “libre albedrío” -término muy llamativo- de sus militantes para que decidan con su criterio si participan o no en el referéndum.

Es una buena decisión pero que, en el crudo análisis político, revela que la plataforma no tiene la fuerza de antaño. Se recuerda que en 2018 llamó a la abstención y no al “libre albedrío” como debió haberlo hecho, por cierto. La oposición estaría con menos incordio. En ese entonces, la expectativa era que la abstención gatillaría una crisis dentro del gobierno para dar paso al famoso “quiebre de la coalición dominante”. Casi 6 años después, Maduro sigue en Miraflores, no hay “quiebre”, y la oposición llama al “libre albedrío” de su militancia a diferencia de 2018.

Aunque el Esequibo es un tema delicado porque toca la identidad nacional y es una controversia transversal a todo lo venezolano -tiene más de 200 años- pero aunque no lo fuera, la plataforma no tiene la fuerza para trabar una lucha contra el ejecutivo, sea si llama a la abstención, al No, o a respuestas diferenciadas (unas Sí y otras No).

No tiene esa fuerza. Incluso, no sabemos si el llamado de la plataforma refleja la posición de personas como María Corina Machado.

Si bien el 15-11-23 se informó de un encuentro entre Machado y la plataforma unitaria -que es una buena señal- todavía no hay ese “aggiornamento” y a tenor de un comunicado de “personalidades” cercanas a Machado publicado en tuiter el 11-11-23, no parece. Luce, más bien, crear otra estructura paralela para desplazar a la plataforma unitaria o que ésta quede como un “jarrón chino”.

Sin embargo, la reunión de la plataforma-Machado cuestiona lo anterior.

Con la destrucción de la MUD una vez que la tesis de la “presión y el quiebre” se impuso en la oposición, ésta quedó más debilitada ¿De qué le sirvió acabar con la MUD? ¿Cuál institución o estructura dejó la política de “máxima presión” que la oposición pueda usar hoy?

El comunicado es de personas cercanas a María Corina. No de ella. Por lo que mi análisis es mío. Es una inferencia. A lo mejor el comunicado queda como comunicado. Es lo que esperaría para otra cosa: que la reunión plataforma-María Corina signifique que la candidata va a trabajar con lo que hay para potenciarlo. No repetir otro ciclo 2014: prescindir de lo que ya existe para promover otra estructura que no funcionará. El “o inventamos o erramos” ya nos sale muy caro como país, no tanto a las elites inelásticas a los costos de un conflicto. Siempre felices.

Nosotros no somos EUA que quemaron banderas en contra de la guerra en Vietnam. O “vets” marcharon en su contra. Muhammad Ali “desafío” al sistema al rechazar la recluta porque “ningún vietnamita me ha hecho algo”. Tampoco somos Sontag con una fuerte crítica en pleno 9/11 que cualquiera la hubiera condenado en esos momentos de dolor y crisis en los EUA. Menos somos Israel en donde se critica a Netanyahu en el parlamento por su política que, de manera indirecta, fortaleció a Hamas. No es cualquier crítica la que le hacen. Tanto es el reclamo al PM israelí que, en una entrevista en CNN, en tono desafiante, interpeló a la periodista -Dana Bash- y le preguntó si a Roosevelt le pidieron explicaciones luego de Pearl Harbour el 7-12-41.

Nosotros no aguantamos un trote de esos; de Ali, Sontag, o Netanyahu. Nuestro orgullo y “honor” no lo permiten. Si pasara en la AN, Jorge Rodríguez haría uno de sus famosos regaños con citas literarias que impresionan a cierta oposición. Si pasara en la oposición, famosos e influencers destrozarían en redes sociales a quienes no se ajusten a la “línea”. 

Así que nosotros no tenemos esa madera por más que presumamos ser “igualaos”. Somos delicados. Nuestra sociedad se basa en los amigos y en las prebendas. Queremos ascender dentro del sistema y si eres Sontag no asciendes. Es mejor ser culto, pero no crítico o no serlo de verdad. Así se garantizan los amigos y los ascensos dentro del sistema.

Es complicado para la plataforma unitaria, entonces, ponerse en una de Sontag o críticos de Netanyahu frente al gobierno de Maduro en el tema del Esequibo. La plataforma no tiene esa fuerza ni tampoco tenemos esa cultura.

El “libre albedrío” del comunicado de la plataforma igualmente muestra que la oposición está en un ver qué pasa y trata de capear las turbulentas aguas de la política nacional, pero sin poder influir en ellas. Las sigue. Esta es la situación que observo en la plataforma unitaria. Se mantiene en su condición de no tener fuerza política propia. La que tuvo la perdió por su mala estrategia. Esto trae coletazos como la separación que ocurre en Fuerza Vecinal.

Esta ruptura entra en el reacomodo de las fuerzas opositoras luego de la victoria de María Corina. Algo que mostró la primaria es que los partidos no tienen mucha fuerza a pesar de los esfuerzos que hicieron por reformas internas. Realmente no tienen mayor estructura y esto incide en la situación general de la oposición.

El análisis de María Corina es más complejo en el sentido que está consciente de su nuevo rol y que debe tener mayor asertividad para declarar. Lo ha demostrado en varias comparecencias a medios. Por ejemplo, expresó algo interesante acerca de los acuerdos en Barbados. La candidata de la plataforma unitaria indicó que el ejecutivo no rompió con Barbados, sino que “tensa la liga”.

Una importante declaración que muestra que Machado asume que sus posibilidades para ser habilitada están en Barbados, no en el “asfalto” como dejó ver su promesa de campaña (el “desafío”). De aquí el reconocimiento a estas negociaciones. Realmente, es lo único que tiene en este momento. Negarlas sería una torpeza política de marca mayor. 

Que lo haga abre el contencioso con el gobierno y se verá si éste lo acepta. Tal vez toda la arremetida del ejecutivo contra las primarias es porque al final hablará con Machado, pero sube el listón para hacerle exigencias muy importantes a la candidata de Vente.

Si es así, es lo que se discutirá en la comisión de verificación de Barbados y por eso las formales declaraciones de Palmieri y Boric que sugieren una defensa a favor de la habilitación, aunque sin hacer mucho ruido con el nombre de María Corina, sino una defensa general a habilitar a todos los que quieran competir en 2024. Igual defensa hizo Juan González. No se centró en Machado sino en “todos los que quieran competir”. Opacar a María Corina para no molestar al gobierno, y las conversaciones con la plataforma prosigan.

Si bien María Corina es más asertiva y madura desde el punto de vista político, se mantiene en su visión y en su estrategia: construir una situación de “fuerza” que abrirá su inscripción al CNE.

En una entrevista a El País de España publicada el 5-11-23, lo central de la visión de la candidata lo vemos en esta cita. Machado afirmó que:

“Hay que hacer que el movimiento social que ya arrancó se consolide y se amplíe para poder hablarle a los venezolanos que puedan tener miedo del cambio que nosotros representamos. Tenemos que tomar la iniciativa y hacerle sentir a los venezolanos que va a ser en beneficio de todos. Hay algunos actores que por diversas razones se podrían sentir cercanos a Maduro, pero que al final tienen incentivos para que este proceso avance y se dé una transición ordenada y sostenida. Me refiero a algunos gobiernos de América Latina, como Colombia, Brasil, Chile, México. Hay que transmitir la disposición de coordinar fuerzas con todos estos actores para generar incentivos sobre el propio régimen que deriven en una negociación con más vigor y legitimidad”.

María Corina todavía se mueve en la tesis de la “transición”, los “incentivos”, los “costos de tolerancia” y los “costos de represión”. Son los contenidos normales dentro de la oposición.

La mayoría del pensamiento opositor se mueve en las líneas de lo que llamo la estrategia “de la presión y el quiebre” -a pesar de su fracaso- la que ahora se limita a esperar su momento. Asume que en un tiempo -ahora es el “deadline” del 30-11-23 que se atribuyó a los EUA o el referéndum por el Esequibo con el “escenario Malvinas” otro “wishful thinking” mientras se contempla el tiempo y los mejores años de la vida pasar- ocurrirá un quiebre en el gobierno que abrirá la puerta a la esperada transición. En una reciente entrevista en NTN 24, María Corina reiteró su convicción en el “deadline” del 30 de noviembre como generador de procesos políticos si el gobierno no cumple lo que se dice debe cumplir (en mi caso, no tengo claro el “deadline” y no fue lo que entendí del comunicado de Blinken, aunque lo dicho por Juan González deja ver una expiración pero más a mediano plazo). 

No se explica cómo o cuándo, sino que la crisis en el gobierno sucederá en algún momento. Mientras llega esa circunstancia, es hacer oposición mayormente en redes sociales porque la primaria mostró que la gente quiere votar, que la oposición tiene fortalezas electorales, pero no es una estructura capaz de hacer frente al ejecutivo como se nota cuando éste reacciona, que la respuesta de la oposición es la negación y evadir, por no decir que evoca el miedo a la represión y baja el perfil.

La oposición todavía se mueve en esta “teoría del cambio” a partir de “la presión”. Igualmente, María Corina. Creo que -para su mala Fortuna- de allí no va a salir.

Sin embargo, Machado dejó ver que su fe en el cambio es porque el chavismo está dividido y una parte habla con la oposición.

Es otro de los “paradigmas” de la oposición: las divisiones dentro de la “coalición dominante” de las que se esperan, al final, desalojen a Maduro. La apuesta está en la “pelea de Diosdado contra Nicolás” o -lo que parece ser la nueva esperanza- los hermanos Rodríguez Gómez como los que desplazarán a Maduro y compañía. Los “nuevos factótum”. 

Es el “wishful thinking” de la oposición y nadie los sacará de allí. Tienen que validar su “teoría del cambio” aunque en los hechos ha sido refutada muchas veces. Pero el orgullo puede más que la política. Al no tener otra estrategia o visión, no puede hacer otra cosa sino repetir lo que fracasó para volver a fracasar y volver a repetir. 

Para Machado, el chavismo que existe es de tres tipos: uno “reformista” que quiere la transición para regresar con los votos -como el PT de Brasil, según dijo a El País- otro autoritario que considera puede ganar porque controla al CNE, y un tercero autoritario que la excluye. No quiere nada con ella.

María Corina asume que el chavismo es ese, y que el “Chavismo a lo PT” es el que habla para negociar una “transición”. De aquí su tesis de ofrecer “incentivos” para que ese chavismo termine de “abrir la puerta” -la tesis del De Klerk criollo, otro de los “paradigmas de la oposición”- y se produzca la “transición”.

Machado está convencida de esto por lo que su accionar será ofrecer “incentivos” -de aquí su prudencia para declarar y la expectativa que Petro o Lula hagan presión al gobierno para que la acepte como candidata en 2024- mientras se negocia con el ejecutivo. Por esto su repentino aprecio por las negociaciones en Barbados.

Esta es su “teoría del cambio”. No ha variado mucho en el tiempo. Sí en los medios, porque Machado privilegia la negociación y la fuerza es algo “soft” porque son incentivos que se ofrecen, contingente a las sanciones. Es más zanahoria y menos el garrote, que era la posición de Machado entre 2014-2022: al gobierno se le golpea hasta quebrarlo y arrodillarlo. La tesis de “la capitulación”. Hoy es algo como que al gobierno se le persuade con incentivos hasta que alguien adentro abra la puerta para una transición con el mundo opositor. De la “capitulación” a la “negociación” es su tránsito político.

Es difícil ponderar si su análisis tiene base o no. Pienso que no. Observo, más bien, que el gobierno consolida el sistema político chavista. Tanto -para el caso de las primarias- que investiga esta elección de la oposición como “legitimación de capitales” sin que le tiemble el pulso. No parece que vivimos tiempos de transición sino de consolidación autoritaria.

En beneficio de la tesis de Machado, el ejecutivo es bueno en el análisis, pero malo en sostener iniciativas en el tiempo. Tiene su inercia y su entropía. Quizás una ofensiva comienza bien, pero en el tiempo se agota, y se abre la posibilidad de una respuesta desde la oposición que pone la pelota en contra del gobierno como pasó en 2017 o en 2019. No descarto que suceda, pero no es primer escenario. No pienso va a ocurrir. 

María Corina asume que en algún momento el ejecutivo entrará en crisis y más que retarlo, lo que hay es que trabajar los “puentes de plata” para que se derrumbe y suceda la transición. Esto sí es un cambio en la manera cómo Machado ve los medios para el cambio. La meta se mantiene: la “transición”, lo que cambia son los medios. Como se dijo, menos garrote y más zanahoria.

De nuevo, no puedo afirmar si su visión es la correcta o la incorrecta. Considero que no es. No veo que el gobierno busque “puentes de plata” o que negocie alguna transición con la plataforma unitaria o con María Corina. Tampoco veo a un “De Klerk criollo”. Si ocurre un cisne negro, que puede ser a partir de la consulta por el Esequibo, allí se verá cómo actúa cada actor. En el corto plazo, lo que se observa es un sistema político que se consolida y se abre un poco a la sociedad, mayormente civil, no política.

Las semanas que vienen darán base a los distintos escenarios. Principalmente cómo salga la consulta acerca del Esequibo en la que el gobierno se juega muchas cosas y está consciente de eso.

La apuesta de Machado es que los EUA concreten el “deadline” del 30 de noviembre: que antes de esa fecha comience un proceso o cronograma para habilitar a candidatos que no pueden ir para 2024 en los actuales momentos (es lo que entendí del comunicado de Blinken).

Este es mi balance da la oposición para este momento: la alternativa al chavismo busca su encuadre político para moverse en un contexto que cambió y que la sorprendió. Había un guion que no sucedió: las primarias catalizarían una energía social que presionaría al gobierno y éste accedería al registro de María Corina como candidata de la plataforma para 2024. Logrado ese objetivo, la presión seguiría hacia las elecciones presidenciales. Lo que se hizo para las primarias se haría para las presidenciales. Construir la matriz “MCM ya ganó, no hay nada qué hacer”. La victoria estaría asegurada.

El chavismo lo notó y reaccionó en contra de las primarias y, al mismo tiempo, puso la ofensiva política en el referéndum sobre el Esequibo.

Ante la sorpresa, la plataforma unitaria y María Corina buscan su encuadre para asumir un terreno político nuevo y desconocido para los dos. El encuentro del 15-11-23 entre los dos puede ser una señal para significar que se busca ese encuadre.



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