Negociación entre Biden y Maduro desplaza acuerdos en México: ¿qué hay detrás?

 por Ibis León | @IbisLNegociación entre Biden y Maduro desplaza acuerdos en México: ¿Qué hay detrás?

Biden buscará aliviar sanciones a Maduro a cambio de elecciones.

La administración Biden está en conversaciones con Venezuela para explorar un levantamiento temporal de las sanciones. El asesor de la Casa Blanca, Juan González, afirmó que el acuerdo busca garantías para las elecciones presidenciales de 2024.

También aseguró que el enfoque del gobierno estadounidense es “apoyar el esfuerzo de la Plataforma Unitaria”.

Sin embargo, en la práctica, la negociación bilateral ha desplazado el mecanismo de México y, en consecuencia, al interlocutor opositor que parece no tener mayor incidencia en los acuerdos que discuten los gobernantes Joe Biden y Nicolás Maduro.

“Es natural que sea así y creo que en el fondo siempre fue así. Básicamente, el gobierno nunca ha tenido nada que negociar con la oposición venezolana, porque ésta no ha tenido ninguna posición de poder totalmente controlada en sus manos que sea importante para el gobierno reconocer y ceder”, explica el doctor en ciencias políticas Ángel Álvarez a Efecto Cocuyo.

Es Estados Unidos el que tiene el control sobre los activos de Venezuela en el exterior y el que finalmente puede “devolverlos” a Maduro, argumenta el profesor.

 “Algunos sectores de la oposición pueden ser escuchados, tal vez; pero la decisión no es tomada por ellos. Lo más lógico era que esto iba a concluir en una negociación directa. ¿Qué sentido tiene seguir usando un intermediario que ha dado señales de fragmentación, incoherencia, conflictos internos, acusaciones mutuas de corrupción?”, se pregunta Álvarez.

En su opinión, a EE.UU. le conviene más negociar directamente con Venezuela “para obtener lo que le interesa”, aunque esto no necesariamente se alinee con los intereses de la oposición.

Negociación Biden-Maduro

El doctor en conflicto político y procesos de pacificación por la Universidad Complutense de Madrid, Miguel Ángel Martínez Meucci, coincide en que la Plataforma Unitaria “no está en capacidad de ofrecer lo que Maduro busca en una negociación como la de México”.

“Es EE.UU. quien eventualmente podría rebajar las sanciones o los propios estándares democráticos que ha marcado con respecto a Venezuela y eso es lo que le interesa a Miraflores”, apunta.

Adicionalmente, destaca la invasión rusa en Ucrania como otra razón que explica el desplazamiento de México. “Estados Unidos necesita debilitar los vínculos de Moscú con sus aliados, entre los que se encuentra Venezuela. Le conviene también abrir opciones de acceso a nuevas fuentes de energía y, en ese sentido, recuperar el acceso al petróleo venezolano es una opción interesante”.

“Además, hay presión por parte de diversos lobbies interesados en mejorar las relaciones bilaterales Washington-Caracas. En definitiva, el gobierno estadounidense considera fundamental respaldar la lucha de los demócratas venezolanos, pero le interesa también salvaguardar su propio interés nacional y estima en estos momentos que eso requiere una aproximación directa a Maduro”, expone.

Una transición política improbable

Álvarez opina que la consecuencia que se deriva de la inactivación de la mesa de negociación de México es el desconocimiento del llamado G4 o G3 de la oposición como interlocutor importante para el gobierno de Nicolás Maduro.

“El centro de gravedad de la política opositora venezolana se desplazó a otro lugar, en el plano interno parece muy claro que ese centro está en manos de María Corina Machado y su grupo, al menos es lo que se percibe en las encuestas”, comenta.

Para el gobierno tampoco es conveniente seguir conversando, en el marco de México, con la Plataforma Unitaria porque busca “terminar de reducir o suprimir a este sector que está fragmentado”.

En este contexto, el politólogo considera que no están dadas las condiciones para que se produzca una transición política en Venezuela en 2024.

“No creo que este planteado, de forma inmediata, que las presidenciales sean elecciones de transición, hay poca presión tanto internacional como interna para que así sea”, sostiene.

“Sí puede haber avances en la votación percibida por la oposición y, tal vez, reconocimiento de los resultados. Pero es poco probable que el gobierno permita que estas elecciones sean de transición (…) Esas elecciones no están diseñadas para que resuelvan nada, van a mantener el statu quo e incrementar el nivel de conflicto en Venezuela”, añade.

 Un dilema que se presenta para el oficialismo es qué hacer con la inhabilitación de María Corina Machado: “Si la mantienen genera tensiones y si la suspenden genera un grave costo para el régimen”.

“Creo que el gobierno va a mantener la inhabilitación de Machado y si ésta gana las primarias y un sector de la oposición pretende sustituirla eso significaría una implosión de las filas opositoras”, advierte.

Para Meucci, la inactivación de la mesa de México “no conllevaría a mayores novedades”, ya que en dos años de vigencia “no ha consumado resultados apreciables”.

“Lo que sí podría cambiar a partir de ahora es que, un eventual acuerdo bilateral entre los gobiernos de EE.UU. y Venezuela en caso de finalmente tener lugar y sobre todo si llega antes de las primarias del 22 de octubre, rebaje la presión norteamericana para una democratización de nuestro país a cambio de ciertas ventajas pragmáticas para los estadounidenses”, subraya.

“En principio, cabría esperar que una negociación que tome en cuenta las demandas de la oposición venezolana debería incluir a sus representantes y, sobre todo, considerar la voluntad de los ciudadanos que está por expresarse el próximo 22 de octubre”, cuestiona.

Intereses de EEUU en Venezuela

El doctor en conflicto político y procesos de pacificación enumera los principales intereses que tiene el país del norte: “Estabilidad, seguridad, democracia y reapertura de su mercado energético para las compañías estadounidenses. Todo esto implica que, en términos relativos, su influencia sobre Venezuela aumente frente a la que ya ejercen países como China, Rusia, Cuba e Irán”.

Para Álvarez, “el interés no es político ya” en el sentido de que América Latina “no es vista como prioritaria desde el punto de vista diplomático”.

“Estados Unidos está más concentrado en Asia y África. Principalmente en Asia, las relaciones con China son cruciales. América Latina es principalmente un aliado comercial, Venezuela sigue siendo interesante porque, como demostró este conflicto entre Rusia y Ucrania, tener cerca fuentes de producción de petróleo que le ayude eventualmente a manejar los precios, al punto de que no se desborden, es siempre valioso”, comenta.

Venezuela también tiene recursos minerales importantes, destaca el profesor. No obstante, plantea un interrogante ¿A EEUU le conviene una transición en Venezuela? y la responde: “Tal vez. Especialmente a un gobierno demócrata porque a (Donald) Trump más bien le incomodaría”.

“Para Trump, Venezuela puede ser un caso de demostración del fracaso del socialismo y como el republicanismo acusa de socialistas, estúpidamente, al partido Demócrata les conviene para decir que no voten por ellos”, afirma.

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