«No hay un puente de comunicación entre la sociedad y quienes hacen políticas públicas, este grave problema ha generado una disfuncionalidad. Las cosas no funcionan bien y gestionan muy mal todo. La crisis económica no es porque cayó un meteorito ni porque cayeron los precios del petróleo, sino por la pésima gestión. La institucionalidad ha sido devastada», dice Leonardo Vera
Caracas / Foto Portada: Anaisa Rodríguez.- Desde hace más de un centenar de años, Venezuela se convirtió en un país petrolero. Con sus altas y bajas, declives y éxitos. Pero el mundo ha cambiado y es hora de que el país con una de las mayores reservas petroleras del mundo, aprenda de los errores cometidos y cambie su modelo de desarrollo para superar la crisis en la que ha estado sumido durante décadas: dejar atrás el rentismo petrolero. Esa fue la conclusión principal a la que llegó el panel de especialistas del debate «Más allá de rentismo» que se llevó a cabo este jueves 28 de septiembre en la Universidad Central de Venezuela.
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El décimo aniversario del Grupo Orinoco, centro de pensamiento, reflexión y acción en política públicas en Desarrollo Sustentable, con énfasis en Energía y Ambiente, fue propicio para reunir en un mismo escenario a Patricia Ramos Cárquez, especialista en desarrollo territorial y proyectos; Víctor Álvarez, especialista en planificación del desarrollo; y Leonardo Vera, especialista en políticas públicas para el desarrollo.
En el auditorio Mauricio Ramia del Jardín Botánico de Caracas, en la Universidad Central de Venezuela, el evento contó con la moderación de Werner Corrales, consultor internacional en temas de globalización y economías del desarrollo.
Durante la discusión, cada uno de los ponentes identificó las características de la crisis del rentismo y las posibles rutas hacia el desarrollo sostenible en Venezuela, y se destaca la coincidencia en que solo habrá crecimiento si el ciudadano tiene la posibilidad real de expandir sus capacidades en libertad, porque hoy simplemente está «capturado» por la crisis económica, política y social que atraviesa Venezuela.
Al instalar el encuentro, Arnoldo Gabaldón, coordinador del Grupo Orinoco, agradeció a los expertos que desde hace diez años se han esforzado en aportar ideas para la reconstrucción democrática del país, a partir de la necesidad de sustituir el modelo rentista petrolero por un modelo de desarrollo centrado en el capital humano, lo que pasa por «diversificar» la economía, y primordialmente, reconstruir la institucionalidad. Siempre teniendo en cuenta que el mundo está cambiando y que es prioridad el criterio de sustentabilidad energética y ambiental, destacó el creador y primer ministro del Ambiente de Venezuela, en 1970.
Prepararse para la crisis de abundancia
Víctor Álvarez calificó la crisis económica derivada del rentismo petrolero como la «crisis de la maldición de los recursos», porque es resultado de un país que no supo aprovechar los auges de la renta y creyó que los precios estarían en alza para siempre; pero tampoco se preparó para la próxima crisis de abundancia porque creyó que el rentismo había llegado a su fin.
En este sentido, expuso que la crisis del modelo extractivista junto a la consigna de «sembrar el petróleo», hace posible «lo impensable».
«Deriva en que visiones ideológicas antagónicas como el Plan de la Patria y el Plan País de la MUD, hayan planteado la extracción de 6 millones de barriles diarios para financiar el gasto público clientelar. Para salir de la crisis, Venezuela necesita una dirigencia con visión petrolera no rentista».
“La transición energética desde los combustibles fósiles hacia las energías renovables es asumida por una creciente cantidad de países que se han comprometido en lograr la meta de emisiones de carbono cero en 2050, es decir en un plazo de 25 años”, dijo Álvarez. “¿Qué sentido tiene hablar de 300.000 millones barriles de petróleo de reserva, que, a razón de 3 millones de barriles diarios, requerirían 300 años para hacer aprovechadas plenamente?”.
Precisó que a Venezuela apenas le queda un cuarto de siglo para rentabilizar sus reservas de petróleo. Sin embargo, afirmó que es posible superar el rentismo, aplicando reformas puntuales al uso de la renta.
«Usar la renta para superar el rentismo porque siento que se plantea una Venezuela postpetrolera; pero el debate debería ser cómo aprovechar los beneficios de una Venezuela postrentista porque tenemos que ver cómo aprovechamos estos recursos. Venezuela va a seguir siendo petrolera, pero el gran reto es que deje de ser rentista». Y añadió que «con los precios actuales del petróleo, estaríamos sufriendo una crisis de abundancia, así que el gran reto es prepararse. Esa es la crisis del rentismo que nos pone a pensar en un nuevo modelo de desarrollo».
Los embates de la crisis
Para Patricia Ramos Cárquez, ingeniera agrícola y especialista en desarrollo territorial y proyectos, actualmente Venezuela padece una crisis de consistencia porque no coincide el imaginario de las personas con lo que está pasando.
«Las familias tienen una vida precaria, no hay esperanzas de futuro, es una crisis que enfrenta la sociedad de larga data y lo peor es que está naturalizada. Los nietos entienden que estar en crisis es la manera normal de vivir. Eso nos destruye y nos lleva a una trampa de pobreza. El gran problema es que la sociedad está capturada», exclamó.
En este sentido, consideró que no importa que haya abundancia de recursos, mientras no haya capacidades personales para gestionarlas: «Solo serán un objeto físico y hemos estado los últimos cien años viviendo de esos recursos físicos sin tener autonomía y sin poder ser sustentables. Pensando en que si hay alguna variación en los precios del petróleo cambiará nuestra vida, pero eso ha ocurrido y todo sigue igual. Somos una sociedad capturada por el rentismo».
A su juicio, la única manera de salir de esta encrucijada es avanzar y dejar atrá el rentismo petrolero.
«No es posible continuar con el rentismo y que el país pueda ir hacia el desarrollo simplemente haciendo ajuste al rentismo, porque el rentismo anula la libertad del ciudadano. No es ni un medio y estamos hablando de tener autonomía. Basta de pensar que es el Estado quien debe resolver mi problema».
Argumentó que el rentismo no tiene futuro, porque las condiciones del mercado internacional han cambiado, mientras el modelo aplicado en Venezuela sigue rezagado.
«Si queremos colocar nuestros recursos además del petróleo para colocarlas en el mercado global, hay exigencias y requerimientos que el rentismo no permite que llevemos adelante; las de orden ambiental, social cuando demostremos que nuestros compromisos son genuinos con el ciudadano, con el ambiente, entonces es cuando podremos colocar nuestros bienes. Será tarde y habrá perdido valor y competitividad».
El ciudadano y su importancia
Por su parte, el economista Leonardo Vera, expuso que hay que tener presente las condiciones de la crisis en Venezuela, porque hoy no hay un espacio donde no haya una necesidad o una brecha. Por tanto, debe ser prioridad recuperar la institucionalidad y esto pasa por lo político. Lamentó que hoy no existe la instancia que permita a la sociedad conversar con quienes hacen gestión pública, impidiendo comunicar sus necesidades.
«No hay un puente de comunicación entre la sociedad y quienes hacen políticas públicas, este grave problema ha generado una disfuncionalidad. Las cosas no funcionan bien y gestionan muy mal todo. La crisis económica no es porque cayó un meteorito ni porque cayeron los precios del petróleo, sino por la pésima gestión. La institucionalidad ha sido devastada«, sentenció.
En contraposición a lo que expresó Álvarez, Vera sostuvo que el rentismo se vino abajo por la debacle de la industria: «Es muy difícil que podamos tener un episodio de esta naturaleza, como una enorme ola de recursos producto del extractivismo petrolero».
De allí la necesidad imperante de que el modelo de desarrollo que sustituya al rentismo tenga como prioridad al ciudadano:
“Hay que redescubrir la figura del ciudadano. Hay que fomentar la participación de la sociedad civil en la formulación de políticas públicas, pues en el país está negada la posibilidad de que los ciudadanos dialoguen con los que toman decisiones. Es necesario fomentar la participación de la sociedad civil en la formulación de políticas públicas y desmontar retóricas demagógicas, como que el petróleo es de todos los venezolanos”.
Explicó que por mandato de la Constitución el petróleo es del Estado y no de la Nación y, en un contexto de déficit democrático como el que existe en Venezuela, el Estado es lo mismo que el gobierno, el cual administra la renta petrolera a su conveniencia y no necesariamente en beneficio de la población.
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